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Poesía Almamental de Osorno®

Almamentismo

Del vientre y su embarazo

Del vientre y su embarazo

Invierno:

embarazo de lluvia.

 

Candado:

embarazo de llave.

 

Música:

embarazo melódico.

 

Corbata:

embarazo de cuello.

 

Si se embaraza

lo inerte y lo viviente...

 

tu embarazo, mujer, es arte

de dos presentes para un futuro.

 

 

©Gilberto Palacios.

(*) Poema dedicado a mi hermana Laura Palacios y mi futura sobrina Kimberly Álvarez Palacios.

Al carné desde su pecador

Al carné desde su pecador

Rectángulo que delimitas

la estrella umbilical

y la T a media asta...

 

tienes tanta responsabilidad

en cada segundo vivido

que toda nariz

lleva tu anchura en sus fosas.

 

Cada manojo de células

te pertenece:

 

la cicatriz del asalto

a mediodía,

 

las huellas dactilares

en la cartera hurtada.

 

Por eso, rectángulo...

 

comprende que hay

tantos estigmas como

panes multiplicados en

la Biblia.

 

Pedro negó a Jesús y aun así

sus llaves abren el Cielo.

 

Sencillo rectángulo...

¡devuélveme mi Ahora!

 

©Gilberto Palacios.

 

 

De mano y de pie

De mano y de pie

¡Arriba!

Diez dedos

atan el mundo al hombre.

 

¡Abajo!

Diez dedos

el hombre al mundo atan.

 

 

 

©Gilberto Palacios.


* Inspirado en el poema Cazador (Federico García Lorca)

** Imagen: http://freshome.com/2009/01/07/hand-foot-chair-by-pedro-friedeberg/

Cuando llega la muerte

Cuando llega la muerte

Al morir,

cometas ensartan

sueños de esmeralda.

Lobos comen luciérnagas

para encender las sombras

y el atardecer tranquiliza

recuerdos del ayer.

 

Al morir,

en la levitación sensitiva,

linternas son hombres

levantando árboles caídos

y la quietud, arroyo claro

en la tormenta verde del sueño.

 

Al morir,

los collares del gato negro

iluminan la falda del pensamiento,

una lágrima cae

a la bolsa de la luna

y la encía del ocaso

pare la mismísima poesía.

 

 

©Gilberto Palacios.

EntrEnigmas

EntrEnigmas

Pesa la silla

cuando me siento

a extrañar mi cuerpo;

 

anoche

soñé con un haikú

en la quinta aurícola

de mi almohada...

 

y de mi Yo-Tú

germinó este boleto

que me transmutó

billones de kilómetros

al norte de mi ser.

 

Entonces sentí

como el océano

me trenzaba la costilla

y sus cochayuyos

desflecaban 

la presente abstracción.

 

¡Pesada es la silla;

la ausencia, etérea!

 

Entre enigmas se recicla

un envolotorio de piel.

 

 

©Gilberto Palacios.

 

Muerdes (gota a gota)

Muerdes (gota a gota)

Muerdes

(infinita)

la carnosidad

de mi rotonda...

 

aquella

que comienza

en mi boca

 

y culmina entre

los míos muslos.

 

Muerdes

el occidente

de mi lengua

y la orientalidad

de mis amígdalas.

 

Muerdes

mi Mar muerto,

lo violentas,

Mediterráneo.

 

Giro

la cabeza

en tu O,

 

jalo

tus cabellos

(siempre empapados.)

 

Muerdes

y me excito,

 

muerdes

y acabo...

 

quebrándote

en cualquier semáforo...

 

Dama Juana:

amante, comadre y amiga.

 

 

©Gilberto Palacios.

Diccionario de dos cuerpos que se aman

Diccionario de dos cuerpos que se aman

Manzana : Aquel territorio de tu rostro que se abre y se cierra.

Cáscara de manzana : Carnosidad y jugosidad del fruto antes descrito.

Cuchillo : Utensilio de mi boca que descascara sutilmente a la manzana.

Tenedor : Utensilio de mi boca que pincha la cáscara para moderla y licuarla.

Cerezas : Par de frutas movidas por tu respiración entre garganta y pectoral.

Pepas de cerezas : Centinelas incansables de aquellas frutas.

Jugo de cerezas : Rocío de mi lactancia regresiva expresada en aquel par.

V : Letra de tu cuerpo erguida entre dos puentes de piel.

I : Letra de mi cuerpo encallada en la V.

Este diccionario : Compenetración de todas las definiciones.

Tú y Yo : Un sólo léxico en constante redacción.

 

 

©Gilberto Palacios.

Corpus nostrum

Corpus nostrum

¡Oh, cuerpo humano!

 

A ti invoco

esta pata de gallo.

 

Dime qué haces

para estar vigente

en la línea de

la historia.

 

¿Es acaso

el arcángel Gabriel

que se reproduce

en billones de amnios

 

o el resucitar

de Darwin

en cada feto

engendrado?

 

¡Oh, cuerpo humano!

sólo tú

rearmas el

rompecabezas del cielo.

 

Sólo tú, túnica

de sangre forrada

equilibras aura

con trozos de pan (;)

___________________

(Nadie más

ha sido

simio y cruz)

___________________

 

 

©Gilberto Palacios.

Bitácora de una casa en ausencia de su dueña

Bitácora de una casa en ausencia de su dueña

(Living)

 

En la silla que sirve de sofá

los besos reposan

de lunes a viernes.

 

(Comedor)

 

El rebaño de claveles

en la mesa se alimenta

de las huellas dactilares

del último fin de semana...

 

(Cocina)

 

... ya llegará el par de manos

que prepare aquella lechuga que

seduce con sus hojas verdes

a la anatomía de la ensaladera,

 

(Dormitorio)

mientras la huérfana almohada

peregrina por los continentes

de la sábana

buscando la fragancia de su

dueña en ausencia;

 

(Baño)

 

bajo la lluvia

de la ducha telefónica

intacto resplandece

el beso que la espera.

 

 

©Gilberto Palacios.

Analogía

Analogía

Si el sol fuese mujer

las mañanas serían

senos veinteañeros

emanando leche de átomos

en cada pezón rosado.

 

Los crepúsculos erectarían

sus pelajes

esperando la secreta metamorfosis

de la sombra para convertirse en luz.

 

Cada retoce del verano

tendría vellones de cabello femenino

y una insolación sería

la contracción de su sagrado parto.

 

Si el sol fuese mujer

el cielo celeste sería Venus

buscando su Eros predilecto,

y la luna, hombre de besos blancos

seduciéndola con su danza menguante.

 

1,2,3... ¡me besa...!

3,2,1... ¡... mi sol!

 

 

©Gilberto Palacios.

Hojanuez (Oda a la esencia de mujer)

Hojanuez (Oda a la esencia de mujer)

Tiene sabor

a uva desnuda

la hojarasca

femenina;

 

tiene el vértice

de la boca

y la cláusula

del veintiocho.

 

Posee billones

de panales líquidos.

 

Bajo el sol es estrecha

como Canal de Panamá.

Entre la luna, un túnel

palpitándole el corazón.

 

Tiene aroma a

lluvia fértil...

 

la nuez moscada

de mujer.

 

 

©Gilberto Palacios.

Reflexión infantil

Reflexión infantil

Los niños se toman
de las manos
como la nube
se agarra del viento.

Miles de infantes
lamen el azúcar
que día a día
ordeña el cielo.

Ellos son la galaxia
que se introduce
en los ojos del mundo;

uva dulce
que se cultiva
en el parrón
del alma.



©Gilberto Palacios.

La dama y el gato

La dama y el gato

Una dama golpeó a un gato.

Le pegó con un palo en la cabeza
y con una piedra en las vértebras.

Una dama golpeó a un gato;

lo dejó moribundo
en la esquina de una casa.

Le quitó el aliento
con una patada en el estómago,

y pisó su cola
hasta dejarlo expirar.

Una dama golpeó a un gato
y la tormenta pronto cayó...

porque la dama
era mi amada
y el gato,
mi eterno amor.



©Gilberto Palacios.

*Escrito en el año 2000.

Levitación

Levitación

Das 365 vueltas a
mi boca con sólo
un ligero roce.

Te propagas en
el idioma de los dedos
con tu dialecto de estrella...

y sin paréntesis alguno
el mapa imantado
de mi humanidad
decodifica su geografía
adentro de tus párpados.

De la miel a la carne,
de la carne al ser,
del ser al Olimpo,
del Olimpo al nirvana.

Otras 365 vueltas a mi boca
y un nuevo big bang
levita en nuestra
morada.


©Gilberto Palacios.

Nudismo

Nudismo

Ventanas desnudas
tiene el alfabeto
del edificio verde...

aquel que cobija a un
par de luciérnagas
libando crepúsculos.

Las ventanas se
empañan con
dos alientos
perfectamente
aseados;

entre living y dormitorio
la inasistecia de géneros
prepara
gelatina de luz
para cuatro pupilas.

Emancípate,
mariposa de invierno,
como ventana sin cortina.


©Gilberto Palacios.

Ascensión

Ascensión

Néctar de labios naturales
se derrama entre el
marsupio de latidos
hospedado en el pecho;

plenitud femenina
que acuña átomos
de metáforas melosas.

Miel de estrellas
transportan bajo sus alas
las horas sempiternas;

pocima bendita
por la aurora de
cuatro manos unificadas.

Poemas navegan en
el cielo;
el útero de
una nube acuna un libro
de hojas de piel humana.

En la mampara divina
dos auras
edifican el arcoiris.


©Gilberto Palacios.

Aluz

Aluz

Entre declamaciones y
bailes de matrimonio
nació el corazón del hombre...

cuando tres décadas
surgían entre sus dedos.
Cuando de sus labios
colgaban crisálidas
esperando trasmutar
en besos...

un metro cincuenta de
mujerleña
urdió incendios en su
hormonacama, e
inundaciones de café
en el umbral de su ser.

Nació el corazón
del
hombre
y con él
mermelada de ciruela
emana de sus venas-volcán.

Corazón que nace maduro
cocina hormonas con almíbar.


 

©Gilberto Palacios.

Biografía de una canción

Biografía de una canción

(Corazón canta,
canta corazón.)

Su + u + u + u + u + be
..........................

 ....
Ba - ja
.......................... ...
el diafano gorjeo
del corazón.

Asciende a la última nota
de aquel tenor de vuelo dócil.
Sumerge su solfeo
en la matriz misma de la tierra caliente.

Su + u + u + u + u + be
el cantar metabólico
del corazón
al frotarse con el rocío mañanero
de un beso en ayuna.

Ba
---
ja
...........
a engalanar la siembra
de dos bocas que en
complacencia con la música
decanta sus bemoles
en el huerto de su canto.

(Canta, canta,
canta corazón.

Corazón canta,
corazón canta,
corazón... tu canción.)


©Gilberto Palacios.

Ausencia en tres estados

Ausencia en tres estados

Ausencia en tres estados

 

Arderán las palabras solitarias
en ocho números y su sonar,
pero aquellas de sílabas unificadas,
esas no arderán.

Me gusta adjetivar el alma
cuando estás etéreamente presente,
mas no me oyes al otro lado
y toda mi boca no te toca;
¡Ten piedad! Deja que mi enjambre
libe adrenalina en el panal tuyo.

Déjame que te moldee también con mi voz
presente como el día, ciega como topo.
Tu ausencia es mecha de dinamita
tan letal y fulminante.

(La misma mudez que hace palidecer
sonrisas y sus desplantes
ingiere retórica, calla a los grillos.)

Arderán las palabras solitarias
esperando vibrar en dos oídos,
mas el vibrato perecerá hiriente
si no resuena su repicar.


 

©Gilberto Palacios.

De - mente

De - mente

 

Donde la mente

secretamente se seca

a viva voz crece el

de

li

rio

 

Todo cerebro exprimido

experimenta exámenes

exigentes

en la

exageración

excesiva

del

exilio

 

Narciso se emborracha

con el alcohol etílico

que

babea la

pubertad

de la

fealdad.

 

Osorno es un punto

indefinido en la

carta sinóptica del clima

mientras la loca de la

esquina

galopa a pedales

en las ancas de su

cigarro.

 

- ¡Toc, toc!

- Es la cordura

- Lo siento No tengo

  zapatos para

  cam-biar-te

  por

hue

vos.

 

©Gilberto Palacios.

Derechos Reservados de Autor.